Les voy a hacer una pregunta esta noche. ¿Quién es la persona en tu vida de la cual crees que es imposible que se convierta? Les voy a decir algo: Es imposible. Es tan imposible para esa persona que se convierta como lo es para una mujer estéril de 90 años tener un hijo. Eso es lo que Dios nos dice cuando llama a cada cristiano Isaac. (Hebreos 11:18) Dice, "Sí, te vas a reir de incredulidad porque es imposible que se convierta nunca." ¿Pero qué es lo que dice? ¿Hay alguna cosa que sea demasiado difícil para el Señor? Especialmente cuando se trata de la conversión, el nacimiento sobrenatural de una persona. Él quiere que entiendas eso. ¿Hay apalguna cosa que sea demasiado difícil para el Señor? "Te lo digo," dice Dios, "Cada vez te lo digo, cada vez que ves a un cristiano, date cuenta, date cuenta." ¿Quieres reirte de incredulidad? ¿Eso es lo que sientes dentro de ti? "¡Esto nunca puede pasar! ¡Ha sido así por tantos años, Señor!" "Es imposible." Sí, es imposible. Pero, ¿Hay alguna cosa que sea demasiado difícil para el Señor?
Queridos, se nos anima a pedirle a Dios lo imposible. Bueno, ¿cómo sé que no estoy pidiéndole demasiado a Dios? ¿Cómo sé si esa persona es uno de los elegidos? ¿Cómo sé que no estoy siendo atrevido y pidiéndole demasiado a Dios? Hemos hablado sobre este tema en el estudio bíblico con los estudiantes, y hemos buscado en las escrituras. Y me vino a la mente, "¡No recuerdo ninguna ocasión cuando Dios recriminara al pueblo por esperar demasiado y creer demasiado!" Fue al revés. "¡Oh, hombres de poca fe! ¿Por qué dudáis?" "¿Por qué no golpeaste más veces la tierra?" (2 Reyes 13:18-19) ¿Tienes un hijo del que piensas que es imposible que se convierta? No solo pídele a Dios que lo salve, también pídele que le dé una mujer cristiana o un marido cristiano. Y que haga de él un ministro del evangelio o de ella una misionera. Él lo puede hacer.
Satanás quiere que nos riamos de incredulidad. Esto se puede ver varias veces en la Biblia. Vemos a Acab, después de que mató a Nabot, Elías fue donde él. (1 Reyes 21) Le dice, "En el mismo sitio donde los perros lamieron la sangre de Nabot, los perros también lamerán tu sangre." Eso le dijo a Acab. El tiempo pasó. Acab sube a Ramot de Galaad y lo quiere atacar. El profeta Micaías le dice, "Si subes, vas a morir en la batalla." Acab piensa y concluye, "mejor confío en el viejo Elías, sé que tiene razón." Dice, "mi sangre va a ser lamida a 48 kilómetros de aquí." "Este hombre no puede tener razón. No pueden tener razón los dos, es imposible." "Voy a ir a la batalla." Y cierto hombre tira con su arco a la ventura. (1 Reyes 22:34) Y justo ocurre que la flecha entra entre las junturas de la armadura, y se aparta de la batalla y se desangra en aquel carro. Murió como Micaías había dicho. Llevan el carro 48 km de vuelta a Samaria para enterrarlo y lavan la sangre del carro en el estanque de Samaria. (1 Reyes 22:38) Justo como Elías había dicho que pasaría. Así son las cosas de Dios. Tú te ríes de incredulidad, pero Dios se ríe el último.
Sabemos como era Pablo como Apóstol. Y miramos a Saúl, bajando la carretera, respirando amenazas y muerte. Odiando a los cristianos. Vigilando los vestidos de Esteban. ¿Te puedes imaginar cómo es ver a alguien siendo apedreado hasta la muerte? Él estaba vigilando los vestidos de Esteban mientras lo apedreaban hasta la muerte. Si le hubieras dicho a un cristiano del primer siglo, "Ese hombre va a ser uno de los que más van a amar a Cristo en toda la historia." "Él va a escribir la mayor parte del Nuevo Testamento que tú ni siquiera conoces todavía." Se habrían reído.
Si les habría dicho a las familias de muchos de ustedes aquí presentes esta noche... Si les habría dicho hace un año o dos, "¿Saben lo que va a hacer? Va a estar presenciando esta conferencia. Va a ser cristiano, cantando alabanzas a Dios. Va a estar libre de las drogas, del alcohol, de la adicción a la pornografía. Todas estas cosas van a ser verdad y va a estar en una reunión cristiana." Sé de algunos ateos aquí. ¡Eran ateos hace seis meses o un año o dos y están aquí esta noche cantando alabanzas a Dios! Si esto se le hubiera dicho a sus familiares, se habrían reído. Si te lo hubiera dicho a ti, te habrías reído. Es imposible.
Si tú dices, "Bueno, mi salvación no era imposible". Entonces no eres un cristiano. Ver el rostro de una persona que hace algunas semanas era un hijo del diablo, ... y ahora su rostro es radiante, lleno del gozo del Señor, ... esto es algo indescriptiblemente gratificante. ¡Oh, estamos tan saturados de incredulidad! Estoy tan saturado de incredulidad. ¿Qué más puede te puede decir Dios de lo que ya te ha dicho? ¿Qué más puede hacer por nosotros? Somos justo como los hijos de Israel de alguna manera. Vemos un milagro tras otro, y al día siguiente nos sentimos como si nunca hubiese pasado nada en nuestra vida. Cada cristiano es una señal del hecho de que Dios es más poderoso que todas las fuerzas del infierno juntas.
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